La práctica constante de deporte es un aspecto esencial para la calidad de vida de los seres humanos. Las razones principales por las que comenzamos a practicar ejercicio suelen ser perder peso, ganar musculatura, definir el cuerpo… sin embargo hay muchos beneficios que podemos obtener con la práctica de ejercicio que muchas veces pasan desapercibidos. El deporte actúa sobre el sistema nervioso central estabilizando determinadas proteínas que son capaces de mejorar nuestras funcionen cerebrales, contribuyendo a una mejora de nuestra salud mental.
Beneficios del deporte en la salud mental
Liberación de endorfinas
La práctica de actividad física produce liberación de endorfinas, estas sustancias químicas que son producidas por el propio cuerpo son capaces de crear sensación de relajación y felicidad, incluso aliviar ciertos síntomas depresivos. Para mejorar el estado anímico basta con una sesión de 30 minutos entre 3 y 5 veces a la semana.
Mayor estabilidad emocional
Disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión, ayudando al control y gestión de las emociones. Además disminuye la sensación de fatiga y aumenta la energía. Hacer deporte mejora el sueño, propiciando el descanso y todos los beneficios regenerativos que durante él se producen.
Aumenta la autoestima
Practicar ejercicio aumenta la autoestima y mejora la propia imagen que uno tiene de sí mismo, aumentando la percepción del atractivo de la persona.
Retarda el deterioro cognitivo
Las enfermedades degenerativas y el envejecimiento provocan la muerte de las células cerebrales, provocando que se vayan perdiendo muchas funciones importantes del cerebro. Al realizar ejercicio aumentan las sustancias químicas del cerebro, ayudando a evitar la degeneración del hipocampo, zona esencial del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje. Llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio ayudan a prevenir la aparición de enfermedades y disminuyen el deterioro cognitivo que comienza a partir de los 45 años.
Aumenta la capacidad intelectual
El ejercicio puede crear nuevas fórmulas cerebrales y mejorar el rendimiento general del cerebro. Realizar duras sesiones de ejercicio aumenta los niveles de una proteína que ayuda a la toma de decisiones, el pensamiento y el aprendizaje.
Calma la ansiedad
Las sustancias químicas que libera el cerebro durante la práctica de ejercicio pueden calmar la ansiedad, de hecho, se recomienza la práctica de ejercicios interválicos para reducir la ansiedad, la tensión y el estrés.
Mejora la productividad
Mejora la productividad de los trabajadores. Una sesión de unos 20 minutos puede ser suficiente para aumentar la productividad y favorecer la concentración.