Ahora que acabamos de empezar el nuevo curso es bueno recordar porque hacer deporte favorece el rendimiento académico.
Según los estudios, realizar algún tipo de actividad física tres veces por semana ayuda en la productividad académica, ya que el ejercicio funciona como un potente estimulante. Siempre y cuando se combine con una buena alimentación.
Al hacer ejercicio, el cuerpo genera endorfinas que provocan una sensación de placer. Cuando se generan grandes cantidades de estas sustancias la mente se “abre” predisponiendo al cerebro para el éxito, tus pensamientos se vuelven más positivos.
Con la práctica de ejercicio el corazón empieza a latir más rápidamente, activando el sistema y recargándolo. El cerebro recibe grandes cantidades “extras” de sangre y oxigeno aumentando considerablemente la capacidad de concentración en la lectura y la agilidad mental.
La práctica deportiva resulta clave tanto para nuestro cuerpo como para la mente. Hacer deporte incrementa el rendimiento, aumenta tu capacidad mental de manera exponencial, aumenta tu capacidad de concentración y el enfoque.
Hoy en día el deporte se utiliza como un ‘psicofármaco’ ya que aumenta la autoestima, mejora el sistema inmune y colabora con la resiliencia, que es la capacidad de sobreponerse a los obstáculos. El sistema nervioso de una persona que hace deporte asiduamente se vuelve más resistente y esto influye en el resto de las actividades cerebrales como el estudio y la memorización. Además tiene grandes efectos contra la depresión y la ansiedad, también fomenta el trabajo en equipo y el desarrollo de estrategias.